“… repartidos por tierras de España, siembra de nuestro colegio, mies de eternidad…” y la cancioncilla metida en mi coco, durante todo este tiempo. No soy amigo de himnos ni banderas, pero ya ves un lagrimilla parece que quiso asomar cuando la oí 25 años después. Y si no lo escribo para exorcizarla me vuelvo loco. Efectivamente fue muy entrañable volveros a ver y ver el colegio y hablar de todo esto, con unos y con otros, ver los tiros pegados y confirmar que muchos seguís siendo los mismos. Me alegra comprobar que a pesar del tiempo transcurrido hay un poso de amistad que perdura, una confianza franca y un viejo entendimiento que el tiempo y la distancia no han borrado.Por los comentarios veo que el efecto es similar en todos y eso me sorprende y alegra más, denota lo importante que fue nuestro paso por el colegio y la huella que dejó.Así que esta es mi pequeña aportación al blog… saludos a todos y hasta pronto, verdad?
Marcos Vega
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